Oeko Tex Standard 100

¿Qué es el Oeko-Tex Standard 100?

El sello Standard 100 de OEKO-TEX® es aplicable a todo tipo de prendas y textiles. Garantiza que no se han utilizado sustancias ni químicos dañinos en su fabricación, ni para el hombre ni para el medio ambiente. Por eso también es conocido como Confidence in textiles, Confianza en los textiles.

Es un sello reconocido a nivel mundial nacido en Alemania en 1992. Es todo un símbolo de calidad para el consumidor final.

¿Qué analiza el certificado Standard 100?

Si una prenda lleva el sello, es sinónimo de que es inofensiva para la salud de las personas.
Todas y cada una de las piezas que forman el producto han sido analizadas para saber si poseen sustancias dañinas. Desde el tejido a los botones, cremalleras, hilos, etc.
Los tests se realizan a través de terceros autorizados.
Los criterios de análisis químico de OEKO-TEX® son muy estrictos. Generalmente superiores a las regulaciones nacionales e internacionales. Veta tanto las sustancias prohibidas como las que son candidatas a serlo.
El catálogo de criterios se actualiza como mínimo de forma anual.

¿Cómo reconocer si un artículo tiene el sello OEKO TEX Standard 100?

Es importante asegurarse que la prenda lleva la etiqueta de OEKO-TEX Standard 100. Cada etiqueta deberá llevar un número de identificación + el nombre del certificador. De esta forma, el consumidor podrá chequear su autenticidad si introduce el código en la web de la asociación.

Importante: la etiqueta OEKO-TEX Standard 100 no certifica que un producto es ecológico. Puede tener el sello tanto una prenda de algodón orgánico como una de poliéster.

Chequear la autenticidad de una etiqueta

Clases de productos

Según el uso de cada artículo en OEKO-TEX le asigna una clasificación del 1 al 4. Cada categoría tiene unos requisitos y baremos propios:

Clase 1: es la categoría con criterios más estrictos. Incluye todos los productos para bebés.
Clase 2: productos que están en contacto directo con la piel como camisetas, ropa interior, colchones, etc.
Clase 3: productos que no están en contacto directo con la piel o de forma mínima. Cinturones, chalecos, chaquetas, etc.
Clase 4: textiles utilizados en decoración. Como manteles, cortinas, tapicerías, etc.